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quinta-feira, 10 de outubro de 2013

la frustración, sus causas y consecuencias.

http://www.fahrenheitmagazine.com/conciencia/bienestar/acerca-de-la-frustracion/#picture-6


Sobre la frustración, sus causas y consecuencias

La frustración podría dar oportunidad a quien la vive de motivación para no volver a sentir esa incomodidad tan impresionante de fallar ante uno mismo y ante los demás, sin embargo es ahí en donde se podría complicar aún más la situación ya que en muchas ocasiones los testigos de la frustración de alguien pueden convertirse en jueces implacables. Todos hemos sentido frustración y todos hemos sentido la gran satisfacción de avanzar en el camino de la vida a pesar de los momentos frustrantes en donde sin duda hay a cambio una mejor propuesta de triunfo y de autosatisfacción.
Por Georgina Reyes
ginavalentinir@gmail.com, ginavalentini@hotmail.com
La frustración es una respuesta emocional con efectos de decepción que proviene de la fuerte desilusión de quien no ha logrado cumplir la propia voluntad de algún hecho que ha visualizado en su interior. Quien siente frustración experimenta una fuerte tensión psicológica que percibe como un obstáculo entre su propio sentir y un objetivo que ha sido valorado como algo muy importante para él. La frustración puede suceder debido a causas exteriores o interiores que provocan en la persona actitudes agresivas de enojo que dificultan aún más el camino a la realización de los deseos iniciales del logro de alguna meta.
Los efectos de la frustración son infinitamente variados y dependerán del desarrollo de la personalidad de cada quien, ya que implican un sentimiento de impotencia emocional de una satisfacción vital emotiva muy personal.
El origen de la frustración surge de la acción de no lograr un “intento” de llevar a cabo una conducta que consideramos que necesitamos realizar ya sea para comprobar ante nosotros mismos nuestra capacidad emocional y nuestra fuerza para un logro. Se ha considerado a la frustración como sinónimo de fracaso y no es así, ya que la frustración puede permanecer en el registro emocional de la persona tanto tiempo como el que tarde en resolver la situación o intentar de nuevo lo que había deseado realizar inicialmente. Mientras que el fracaso implica una sensación de baja autoestima definitiva y un debilitamiento de la voluntad casi permanente.
Atrás de una frustración hay sueños idealizados de tal manera que suceden en la imaginación de cada quien y que al momento de intentar realizarlos no suceden como inicialmente se habían programado y es ahí donde los momentos frustrantes se convierten en experiencias amargas que van debilitando a aquél que no confíe en sus posibilidades futuras de lograr nuevos aciertos.
En el campo de la Psicología encontramos que las personas más propensas a sentir frustración, son aquellas que desde la infancia han tenido un mal manejo por parte de sus padres y educadores al otorgarles todo lo que solicitaran sin ningún esfuerzo de su parte , haciéndoles creer que los objetivos se obtienen con tan solo desearlos, generando así una fuerte incapacidad de solución de problemas.
La frustración podría dar oportunidad a quien la vive de motivación para no volver a sentir esa incomodidad tan impresionante de fallar ante uno mismo y ante los demás, sin embargo es ahí en donde se podría complicar aún más la situación ya que en muchas ocasiones los testigos de la frustración de alguien pueden convertirse en jueces implacables. Todos hemos sentido frustración y todos hemos sentido la gran satisfacción de avanzar en el camino de la vida a pesar de los momentos frustrantes en donde sin duda hay a cambio una mejor propuesta de triunfo y de autosatisfacción. Por Georgina Reyes ginavalentinir@gmail.com, ginavalentini@hotmail.com
La frustración es una respuesta emocional con efectos de decepción que proviene de la fuerte desilusión de quien no ha logrado cumplir la propia voluntad de algún hecho que  ha visualizado en su interior. Quien siente frustración experimenta una fuerte tensión psicológica que percibe como un obstáculo entre su propio sentir y un objetivo que ha sido valorado como algo muy importante para él. La frustración puede suceder debido a causas exteriores o interiores que provocan en la persona actitudes agresivas de enojo que dificultan aún más el camino a la realización de los deseos iniciales del logro de alguna meta. Los efectos de la frustración son  infinitamente variados y dependerán del desarrollo de la personalidad de cada quien, ya que implican un sentimiento de impotencia emocional de una satisfacción vital emotiva muy personal.
El origen de la frustración surge de la acción de no lograr un “intento” de llevar a cabo una conducta que consideramos que necesitamos realizar ya sea para comprobar ante nosotros mismos nuestra capacidad emocional y nuestra fuerza  para un logro. Se ha considerado a la frustración como sinónimo de fracaso y no es así, ya que la frustración puede permanecer en el registro emocional de la persona tanto tiempo como el que tarde en resolver la situación o intentar de nuevo lo que había deseado realizar inicialmente. Mientras que el fracaso implica una sensación de baja autoestima definitiva y un debilitamiento de la voluntad casi permanente. Las reacciones a la frustración pueden ser muy visibles, como el llanto, la explosión verbal y física , actitudes francamente agresivas, o bien respuestas silenciosas que van desde el coraje hasta el resentimiento y por supuesto en las dos situaciones  empeoran gravemente el estado personal de quien lo vive.
El deterioro emocional de quien enfrenta frustración se verá reflejado en todas las áreas de actuación de la persona y la situación puede llegar a convertirse en un estilo de vida angustiante para quien lo siente como para quienes lo rodean. En algunos casos el impacto de la frustración puede llevar a la persona a situaciones de depresión y de enojo constante. En el campo de la Psicología encontramos que las personas más propensas a sentir frustración, son aquellas que desde la infancia han tenido un mal manejo por parte de sus padres y educadores al otorgarles todo lo que solicitaran sin ningún esfuerzo de su parte , haciéndoles creer que los objetivos se obtienen con tan solo desearlos, generando así una fuerte incapacidad de solución de problemas.
Atrás de una frustración hay sueños idealizados de tal manera que suceden en la imaginación de cada quien y que al momento de intentar realizarlos no suceden como inicialmente se habían programado y es ahí donde los momentos frustrantes se convierten en experiencias amargas que van debilitando a aquél que no confíe en sus posibilidades futuras de lograr nuevos aciertos. La frustración podría dar oportunidad a quien la vive de motivación para no volver a sentir esa incomodidad tan impresionante de fallar ante uno mismo y ante los demás,  sin embargo es ahí en donde se podría complicar aún más la situación ya que en muchas ocasiones los testigos de la frustración de alguien pueden convertirse en jueces implacables. Todos hemos sentido frustración y todos hemos sentido la gran satisfacción de avanzar en el camino de la vida a pesar de los momentos frustrantes en donde sin duda hay a cambio una mejor propuesta de triunfo y de autosatisfacción.

Por Georgina Reyes

ginavalentinir@gmail.com, ginavalentini@hotmail.com


Autor 

Psicoterapeuta y Orientadora. Preparación Profesional: Licenciatura en la Universidad Nacional Autónoma de México, así como en el Centro de Desarrollo Psicológico de Flore...

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